Heber busca reabrir la causa de los vinos envenenados

20 enero 2020
luis alberto heber

Envueltas en papel azul, las botellas llevaban una tarjeta manuscrita que decía: “El jueves 31 al mediodía brindaremos por la Patria en su nueva etapa” y llevaba la firma “M.D.N.”

Sobre fines de agosto de 1978, tres botellas de vino Riesling Los Cerros de San Juan fueron recibidas en la casa del dirigente blanco Luis Alberto Lacalle. Tenían como destinatarios al propio Lacalle, a Mario Heber y Carlos Julio Pereyra

Desconfiando del regalo, Pereyra no abrió las botellas mientras que Lacalle hizo tirar su contenido.

El 5 de setiembre, Cecilia Fontana, esposa de Heber, fue la única que bebió el vino y murió.

Mas tarde las pericias probarían que las botellas habían sido inyectadas con un poderoso insecticida de venta controlada llamado Foxdrin.

Se trata de uno de los grandes misterios del pasado reciente

A lo largo de los años, varias lineas de investigación han apuntado a diferentes grupos e individuos vinculados a sectores de ultraderecha, civiles, militares y e incluso a personal vinculado a la Dirección Nacional de Información e Inteligencia…pero, hasta la fecha, nadie ha sido formalmente acusado.

Desde un principio, gran parte de las sospechas por el atentado recayeron en el grupo ultranacionalista Azul y Blanco y varios de sus miembros fueron llevados a declarar. La investigación probó que uno de sus integrantes, Celio Riet, había comprado Foxdrin, el mismo veneno que traía el vino.

Sorprendentemente, Riet no fue llamado a declarar al juzgado luego de que su sobrino reconoció bajo juramento haber sido él quien había comprado el poderoso insecticida.

En julio de 1985 en el marco de una Comisión Investigadora Especial al respecto del homicidio de Cecilia Fontana, varios legisladores, entre ellos Germán Araujo y el propio Carlos Julio Pereyra nuevamente vincularon al sector Azul y Blanco y a Riet.

Celio Riet murió en 1994

En el año 2002 en una entrevista al autoconfeso miembro de la inteligencia uruguaya detenido en Brasil, Mario Ronald Barreiro Neira, señaló al médico forense Carlos Milles como responsable de preparar el vino que dio muerte a Fontana y vinculó el homicidio a un grupo paramilitar llamado Garra 33.

En 2006 y pedido de Carlos Julio Pereyra la causa fue reabierta. Una nueva pericia caligráfica apuntaba a una mujer, ex funcionaria policial, como la autora de las cartas a los dirigentes blancos.

Pero una nueva pericia, a pedido de la jueza Gabriela Merialdo exoneró a la ex funcionaria policial.

Otra linea de investigación apuntó como autora de las cartas a otra mujer, también policía, de iniciales RL que revestía como funcionaria en la Embajada de Estados Unidos, pero ninguna prueba concluyente fue aportada.

Sin avances, el caso fue archivado nuevamente en 2010.

La extrema derecha, los militares, paramilitares, ultranacionalistas blancos, o alguna agencia de inteligencia extranjera…todas hipótesis de un homicidio que aun esta lejos de esclarecerse.

El senador y futuro ministro de Transporte, Luis Alberto Heber, hijo de Ceilia Fontana, dijo días atrás que aspira a reabrir la investigación por las botellas de vino envenenadas para dar de una vez por todas con los autores intelectuales del homicidio de su madre.

Este lunes conversamos con él en Las Cosas en su Sitio.