Carne uruguaya logra el primer sello Carbono Neutro del mundo

08 diciembre 2021

La empresa uruguaya Mosaica SA logró el primer sello de carne Carbono Neutro del mundo, verificado por la certificadora internacional LSQA, producto que tendrá como destino el mercado suizo.

Agronegocios Sarandí consultó a Sebastián Olaso, director de Mosaica, quien explicó los detalles del proceso. 

Mosaica SA exporta carne desde hace seis años y desde hace tres años cuenta con su propia marca, Sol Dorado, la que es exportada exclusivamente a Suiza.

El empresario explicó que siempre se buscó darle un diferencial al producto, primero a través de la certificación Never Ever 3 (libre de hormonas, antibióticos y de animales alimentados exclusivamente a pasto), Angus y Bienestar Animal. Sobre este último sello, señaló que “somos los únicos que tenemos el 100% de la vida” del animal certificada.

Sello Carbono Neutro

Sobre el sello Carbono Neutro, comentó que se detectó el interés de los clientes. El producto apunta al quintil de consumidores dispuestos a pagar más por la carne diferenciada y que le dan mucha importancia al aspecto ambiental.

Así fue que hace dos años el equipo técnico de la empresa empezó a ver cómo se podía hacer para lograr este sello y “no fue nada fácil”.

“No encontramos nada en el mundo. Hablamos con gente de Nueva Zelanda, Estados Unidos y Australia, y nos decían que nadie lo había podido hacer, porque no existía”, que incluso empresas importantes lo habían intentado y no lo lograron. 

Luego, “estudiamos mucho e hicimos un acuerdo con LSQA; en el último año logramos hacer todo el proceso”, informó.

Olaso puntualizó que “no es una certificación sino una verificación. La diferencia es que el productor es quien hace toda la evaluación del balance de carbono de la empresa (uso de gasoil, máquina de cortar pasto, consumo de luz, emisión de los animales, todo); y la contraparte es lo que se captura de carbono, a través de los montes artificiales, naturales, praderas, pasturas naturales y demás”. 

El balance se calcula a través de una ecuación compleja y “en nuestro caso el resultado fue que capturamos más carbono del que se emite”, subrayó.

LSQA se encargó de verificar ese resultado. “Nos hicieron una auditoría importante, coincidieron en que nuestros números eran correctos, nos dieron el sello, la carta y estamos capacitados para ponerle ese sello a la carne. Somos los únicos que lo podemos hacer”, destacó.

Retorno económico

Olaso admitió que “el objetivo es tener un retorno económico. Buscábamos posicionarnos en un mercado donde nadie nos pudiera competir, y mantenerlo”.

La estrategia de Mosaica es, en una primera instancia, demostrarles a sus consumidores que el producto no cambió, sino que se le agregó un sello, que les asegura que lo que se dice es real.

En diciembre la empresa realizará dos embarques más, sin que le cambie el precio al consumidor final, informó el director de Mosaica. 

“Después, si el mercado y la economía nos dejan, veremos si podemos tener un beneficio, sobre todo para pagar los costos de todo esto, que no fueron muy chicos”, planteó.

Mosaica

Mosaica es un ciclo cerrado, que tiene una estancia de cría en Salto y Paysandú, con unos 2.000 vientres; y una de invernada en Florida. 

“Como el ciclo es cerrado, certificamos toda la vida del animal, desde que nace hasta que muere, con Never Ever 3 y Bienestar Animal. Por eso no es fácil aumentar la oferta de carne”, explicó Olaso.

La faena se realiza en el frigorífico Solís, los días martes y miércoles, el viernes se hace la producción, para que el sábado ya se embarque el producto en avión. 

“Al mandar cortes caros, vale la pena pagar el flete en avión. Porque Suiza tiene un requisito muy importante: no permite entrar ningún corte de carne que no haya sido faenado hace más de 15 días; tiene que ser fresco”, detalló.

Los cortes que Mosaica no exporta, se venden a Solís. 

Mercado suizo

Sobre las características del mercado suizo, el empresario describió que “es muy complejo. Son muy exigentes con la carne que llega. Son 8 millones de habitantes, importan 24.000 toneladas por año, que es casi todo lo que consumen”.

Al no estar en la Comunidad Económica Europea, Suiza tiene sus propias reglas. “Tienen tipificaciones muy específicas, solo importan carne de primera calidad y por eso se paga siempre, no hay cuota. El arancel mínimo es de 10% y algunos cortes pagan hasta 200%”, señaló.

La carne de Mosaica se distribuye en boutiques, a algunos consumidores finales y también en restaurantes.

Demanda superior a la oferta

Olaso admitió que luego de conocerse la noticia del sello Carbono Neutro, la demanda se multiplicó, y le llegaron pedidos de Alemania, Francia y Estados Unidos. “Pero no tengo la capacidad de absorberlos”, explicó.

Comentó que “la idea es abrir el juego a todos los productores que puedan verificar procesos, para que se abran los mercados. Uno tiene que estar atento a lo que piden los mercados. En las noticias de Europa vemos que lo que se pide es esto”.

Señaló que “ahora estamos tratando de entrar con unos cortes más en Suiza, y después ver si podemos abastecer a algún otro cliente que nos está demandando. Y en un futuro, no muy lejano, trataremos de asociarnos con algunos productores, para que nos puedan abastecer con un poco más de carne; pero tienen que estar bajo toda esta certificación y verificación, que no son pocas”. 

A propósito, indicó que la carne de Mosaica lleva seis etiquetas: la del frigorífico Solís; la de Sol Dorado; Angus; Bienestar Animal; Never Ever 3; y Carbono Neutro.

Estabilidad

El empresario admitió que avanzar en la cadena para acercarse al consumidor final “te quita bastante riesgo”. 

Señaló que “uno va al supermercado y ve que el precio de la carne no baja, pero el del novillo baja 30% o 40%. Lo mismo pasa en Europa, el precio de la carne no baja, y eso le da estabilidad al negocio, que es lo que busca todo ganadero”.