“Sigue habiendo mucha demanda de líneas de crédito para la compra de campos”, dijo en Agronegocios Sarandí el Ing. Agr. Mauro Besio, gerente de Negocios Rurales de Scotiabank Uruguay.
Recordó que por un momento el mercado “estuvo tranquilo”, pero que “desde hace un tiempo volvieron las solicitudes”, sobre todo para invertir en las zonas agrícola-ganaderas. “Son empresas que hacen un uso muy intensivo del suelo”, señaló.
Besio señaló que después que se recompusieron los campos, tras las lluvias, “el productor ya empezó a invertir en tecnología”. Dijo que ve una demanda de créditos que “es muy dinámica, con mucha avidez por parte de los productores en general”.
Informó que los productores suelen invertir en insumos en general, verdeos, siembras de praderas; y muchos compraron ganados, ya que habían tenido que vender por la sequía.
En el sector lechero señaló que se invierte en pasturas y en genética, comprando animales con alto potencial productivo. Y en la agricultura se realizan inversiones en cosechadoras, tractores y vehículos utilitarios para el transporte.
El motor de la economía
El gerente de Negocios Rurales de Scotiabank destacó que “la agropecuaria es el motor de la economía. El sector fue muy solidario y en estos tiempos difíciles sigue invirtiendo, solicitando líneas de crédito”.
Subrayó que en estos tiempos de pandemia el banco no dejó de participar en ningún evento o remate. “Siempre estuvimos acompañando a cada uno de los sectores, empresas y consignatarios”, valoró.
Besio también mencionó el Fideicomiso Ganadero de Scotiabank. Dijo que se trata de “una herramienta muy buena para los productores, ya que pueden obtener líneas de crédito utilizando los animales como garantía. De esa manera, el productor puede ampliar las líneas, hacer un uso más intensivo del suelo, pensando en todas las reservas que necesita para el invierno”.
Endeudamiento y morosidad
Consultado sobre las situaciones de endeudamiento y morosidad en el sector agropecuario, Besio respondió que “es muy cíclico”.
Recordó que hubo años en los que no se entoró lo suficiente, por el clima, el precio o la incertidumbre. Sin embargo, remarcó que “ahora se está haciendo segundo entore de vacas en el otoño”.
Consideró que, “tal vez, estos atrasos en los pagos se vean revertidos por esta situación. Todo esto cambia muy rápidamente y como banco tenemos que hacer propuestas que sean como un traje a medida para cada productor”.
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