Juan Carlos Calabró, un obsesivo del humor sano

12 febrero 2021

Uno de los grandes cómicos de la Argentina fue un trabajador obsesivo del humor, cuya única fuente de motivación eran el talento, la disciplina y el trabajo.

Se puede decir que fue un obrero de la palabra, quien durante largas horas pensaba y hacía del humor una herramienta para motivar la felicidad de sus televidentes.

Pero como a veces pasa con las grandes estrellas, tenía fama de hombre tímido y hosco según sus más allegados, pero con un timing para hacer reír único.

Calabró no concebía el humor improvisado, razón por la cual obligaba a sus elencos a memorizar cada letra de sus guiones. Y vaya si le dio resultado, porque su programa en la década del 80 alcanzó picos de rating imponentes.

Pero él no se creía ni un “number one” ni un “pelotazo en contra”, más bien un hombre común que vivía según los códigos familiares que heredó, respetó e inculcó a sus hijas.

Foto: Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, CC BY 2.5 AR https://creativecommons.org/licenses/by/2.5/ar/deed.en, via Wikimedia Commons