El sistema sanitario uruguayo se prepara para enfrentar una pandemia sin antecedentes, que en pocas semanas ha logrado poner de rodillas a las emergencias y centros de cuidado intensivo de Europa.
Sin embargo, más allá de los casos positivos, hay otros afectados por el COVID 19, para quienes su principal preocupación no pasa por la salud sino por el bolsillo.
Las medidas de aislamiento y distanciamiento social dispuestas por el gobierno, en los hechos detuvieron completamente la actividad de muchos sectores.
Paralelamente, desde entonces y prácticamente todos los días, el Poder Ejecutivo ha anunciado una serie de medidas que apuntan a reforzar el frente de batalla económico y social.
Pero lo cierto es que para muchos las medidas hasta ahora anunciadas no parecen ser suficientes. Estamos frente a una paralización sin precedentes, que dejó a la vista las fortalezas, pero a su vez las falencias del sistema de seguridad social uruguayo.
Porque más allá de los envíos al seguro de paro, los afectados son muchos y no solo quienes trabajan en la informalidad o “en negro”, sino también pequeños comerciantes, feriantes, vendedores ambulantes, trabajadores del transporte, permisarios de aplicaciones e incluso dentistas y otros profesionales independientes, que directamente se quedaron sin trabajo y sin contención del Estado.
Foto: Autor Jimmy Baikovicius from Montevideo, Uruguay, Creative Commons Genérica de Atribución/Compartir-Igual 2.0.