La incautación en Punta Espinillo, el allanamiento a uno de los Albín y un dato llamativo: el vínculo de algunas propiedades investigadas con dos futbolistas uruguayos

07 agosto 2025

Días atrás se realizó una incautación histórica para Uruguay pero también en el contexto mundial. Fue un trabajo conjunto de varias divisiones policiales. La investigación que comenzó en el mes de abril y detectó que se pretendía sacar una enorme cantidad de cocaína del país por vía fluvial.

La operación denominada Nueva Era permitió incautar más de dos toneladas de cocaína enterrada y detener a seis personas.

La droga incautada tiene en el mercado local un valor estimado en alrededor de 15 millones de dólares, pero en sus eventuales destinos podría valer por encima de los 50 millones o más.

¿A quién pertenecía esa droga? ¿Quién pagó -y perdió- esos 15 millones de dólares? ¿O a dónde iba esa droga? Todavía no se sabe.

Lo que sí se pudo saber es que seguro no era para el mercado uruguayo, y quiénes estaban a cargo del acopio de la sustancia, que fueron los formalizados por Fiscalía el martes pasado.

¿Cómo se dio todo esto? Fue a partir de un dato que llegó a la dirección de Drogas. Tras identificar a los presuntos implicados, su forma de operar y el lugar de acopio, los investigadores iniciaron una vigilancia constante sobre una chacra ubicada en la zona de Punta Espinillo, ubicada a 30 km del centro de Montevideo.

El pasado sábado 3 de agosto se detectó movimiento sospechoso en el predio, lo que motivó que la Fiscalía gestionara órdenes de allanamiento. El domingo 4 la policía ingreso al lugar y detuvo a tres hombres mayores de edad.

Durante la inspección del galpón, se constató tierra removida en una parte del suelo. Al excavar, se encontraron paquetes ocultos cubiertos con chapas, madera y tierra. Todos estaban envueltos en film y almacenados en bolsos náuticos de color negro.

En paralelo, se hicieron allanamientos en Montevideo y Canelones, se detuvo a otras tres personas, y se incautó más droga y un vehículo de alta gama blindado.

Uno de esos allanamientos fue en una chacra que está cerca del lugar donde se encontró la droga. Se trata del lugar donde vive Luis Fernández Albín.

Luis Fernández Albín es hermano de Víctor Albín, un hombre de 42 años que tiene ocho antecedentes penales, dos por homicidios, y que está recluido en el Penal de Libertad cumpliendo pena por un asesinato, crimen por el cual fue condenado a 22 años.

Desde la cárcel, Víctor Albín craneó el ataque al líder de la banda rival en Cerro Norte, Los Colorados, en aquella balacera que se dio en Buceo en febrero pasado. En ese episodio fueron heridos el hijo del líder de los Colorados, cuyo nombre es Axel Joel Mattos, y su pareja.

La guerra entre "Los Albín" y "Los colorados" en Cerro Norte ha tenido más de 20 hechos violentos en el último año, entre homicidios, personas heridas y balaceras, según se maneja desde Fiscalía.

Pero, además, los investigadores aseguran que Albín tiene nexos internacionales con el narcotráfico y que él y su grupo están detrás de varios cargamentos de droga que se han incautado en los últimos años.

De hecho, la guerra entre "Los colorados" y "Los Albín" en Cerro Norte tiene como trasfondo la disputa de la droga, no solo que la que circula por Cerro Norte sino por cargamentos que van al exterior.

A su vez, a los Albín en realidad se les dice “la banda Albín-Suárez” porque la Fiscalía tiene certeza de una asociación del clan Albín con familiares de Luis Alberto “Betito” Suárez.

Según la investigación fiscal, Víctor Albín “es hermano de quien lidera la banda”, es decir, Luis Fernández Albín. Por la tentativa de homicidio de Mattos se hicieron más de 20 allanamientos. Uno de ellos, en el barrio privado Colinas de Carrasco. Allí se detuvo a Fernández Albín por porte y tenencia de armas. Se lo pudo formalizar, pero no está preso actualmente.

Y acá es que volvemos a esta incautación reciente. Porque Luis Fernández Albín vive en una chacra que pertenece a un futbolista: Cristian Kike Olivera.

Fuentes de la Policía dijeron a LCS que en ese allanamiento, Fernández Albín estaba con su familia y no se encontró nada que lo incrimine.

En artículos de prensa se ha vinculado a los Albín con esta incautación. Pero es solamente por eso: por la cercanía de los lugares. Uno diría “uno más uno”. Lo cierto es que aún no hay ninguna prueba.

A su vez, a los Albín se los ha señalado como el grupo que opera en coordinación con el narco uruguayo Sebastián Marset, que está prófugo hace meses.

Sobre Kike Olivera, en realidad, corresponde aclarar que la Policía cree que no tiene nada que ver con todo esto.

De hecho, es posible que ni siquiera sepa que tiene una chacra a su nombre en Punta Espinillo, porque quien maneja su dinero es su representante, y este se la alquiló a Fernández Albín pero quizás tampoco tenga idea de quién es el inquilino.

Y lo mismo con el chalet de Colinas de Carrasco, que pertenece al futbolista uruguayo Brian Rodríguez, quien juega en el América de México. Es una mansión que había alquilado Fernández Albín, y el futbolista no tiene nada que ver.

Lo cierto es que no sé descarta que los Albín sean parte de la cadena de narcotráfico, pero la Policía tiene claro que este clan no tienen el poder económico para comprar esos ladrillos de cocaína (unos 15 millones de dólares).

En tanto, el director nacional de Investigaciones, Julio Sena, que hace unos años estaba al frente de Crimen Organizado y ahora con este gobierno volvió a las jerarquías policiales, nos explicó cómo opera el narcotráfico para garantizar la seguridad de la cadena.

Escuchá el informe de Paula Barquet en Las Cosas en su Sitio: