Malvinas-Falklands: Una guerra que todavía deja huella

28 enero 2025

El 2 de abril de 1982 las Fuerzas Armadas argentinas invadieron la capital de las Malvinas, que llevaba 149 años bajo el dominio inglés con el nombre Falklands Islands, y cuya soberanía se reclamaba desde siempre por parte de Argentina.

La llamada Guerra de las Malvinas fue una guerra corta de 74 días en la que murieron 649 soldados argentinos y 255 británicos. 

La herida de esta guerra aún está abierta aquí en las islas.

"Este cementerio militar argentino fue construido por la Comisión de Familiares Caídos en la Guerra de 1982, que tiene su propiedad. Una compañía de las Islas está contratada para su mantenimiento", esto está esculpido en una lápida negra a la entrada del cementerio de Darwin.

En su segundo día en las Malvinas-Falklands Magui Prado visitó el lugar donde yacen los restos de los soldados argentinos muertos en combate.

Se encuentra localizado en la East Falkland o isla Soledad, a 88 kilómetros de la ciudad.

El viento incesante de la isla parece llevarte hasta allí.

A lo lejos, sobre una montaña de terreno rocoso, el blanco de las cruces que acompañan las tumbas se confunde con las nubes.

Hay 237 combatientes enterrados allí.

Rosarios, fotos, flores, cartas y recuerdos acompañan los nombres de los soldados caídos.

Juan Domingo Bladini, Sergio Ismael García, Miguel Agel Carrizo son algunos de ellos… vaya a saber uno su historia.

El nombre de más de 100 soldados demoró 35 años en ser esculpido en sus tumbas. Entre los años 2018 y 2019 se realizó un proceso de identificación de los cuerpos y se reconocieron 121 combatientes que estaban sin identificar.

Pero hay cinco aún en esa situación y en su tumba está escrito: "soldado argentino solo conocido por Dios".

El viaje continuó a unos diez minutos de allí, al el cementerio de San Carlos, donde se encuentran los restos de combatientes británicos.

A diferencia del argentino, aquí hay muy pocos soldados enterrados porque el gobierno británico permitió que los cuerpos fueran llevados a Reino Unido, y sólo catorce familias decidieron que los cuerpos quedaran allí.

Del lado británico murieron 255 soldados y todos fueron identificados después de la guerra.

El enclave de este sitio es totalmente diferente al argentino.

El cementerio está rodeado por un muro de un metro de alto, con una pequeña entrada a los pies de la Beach Blue, un espejo de agua transparente.

Las lápidas son de piedra caliza y pizarra. Junto a las tumbas se pueden ver flores de todos los colores.

El sitio está dividido en dos secciones, cada una con siete tumbas. La sección de la derecha contiene los restos de cuatro paracaidistas y otros miembros del cuerpo aéreo del Ejército. Enfrente hay otras siete lápidas establecidas en el mismo patrón con los restos de seis marines y un capitán del Cuerpo Aéreo del Ejército.

La cantidad de tumbas, los colores que predominan, el idioma y las maneras diferentes de presentar el dolor impacta cuando uno compara ambos cementerios.

En mis próximas salidas les iré contando qué queda de este conflicto aún por estas tierras.

Escuchá el informe de Magui Prado en Las Cosas en su Sitio: