Malestar animal: una sangría que no para

05 septiembre 2024

La sangría de yeguas sigue siendo una práctica de tortura animal que varias organizaciones quieren desterrar esta práctica “cruel por donde la mires”, dice Alexis Ferreira

Tres países en el mundo siguen teniendo granjas de sangre, lo que parece totalmente contradictorio con los avances que se han alcanzado en bienestar animal. ¿Hay un manual de buenas prácticas para esto? ¿Es una actividad controlada y regulada? ¿Qué pasa con las iniciativas parlamentarias que se presentaron para prohibir estos actos?

Algunos datos son perturbadores, porque la hormona equina de yeguas gestantes se obtiene con un procedimiento particularmente violento, donde una cánula directa al torrente sanguíneo de la yegua preñada pretende obtener un litro de sangre por semana de cada animal, y esto por varios meses y a lo largo de varios años cada vez que la yegua, si es que no se muere antes, esté gestando. También se ha denunciado el empalamiento de yeguas, hasta provocarle el aborto, y esa sangre se usa para la producción de la hormona que luego es exportada a países europeos, con fines productivos.

Hay grupos de personas y acciones individuales, que directamente quieren que esto se termine de una vez. Una de ellas tiene, a su vez, como tarea cotidiana, estar en contacto directo con los animales. Se trata de Alexis Ferreira, que mediante sus redes sociales ha alertado sobre estos procedimientos casi desterrados en el mundo, pero que aquí en Uruguay continúan.