Reporteros Sin Fronteras reconoce “parte de subjetividad” de informe sobre libertad de prensa, defiende “confidencialidad” de sus fuentes y ratifica cierto “deterioro” en Uruguay

05 mayo 2022

Emmanuel Colombié, responsable para América Latina, dijo que el peor indicador de Uruguay tiene que ver con las condiciones económicas de los medios.

El director de Reporteros Sin Fronteras para América Latina, Emmanuel Colombié, dijo que la ONG reconoce el margen de “subjetividad” de su informe anual que constató una caída de Uruguay en el ranking de Libertad de Prensa, pasando del puesto 18 al 44.

Entrevistado en Las Cosas en su Sitio, Colombié dijo que parte de esa caída se explica por cambios en la metodología del informe y otra parte por “deterioros” en aspectos como persecución a periodistas y dificultades en el acceso a la información pública.

El ranking, explicó, es “una fotografía de la situación de la libertad de prensa en un país” que “se compila sobre la base de cinco indicadores: contexto político, marco legal, contexto económico, contexto sociocultural, y la seguridad de los periodistas”.

“Después de 20 años cambiamos buena parte de la metodología. Hay que analizar movimientos muy importantes que tienen que ver con esos cambios. Ahora el indicador de seguridad tiene menos peso que en años anteriores. ¿Por qué? Porque un asesinato terrorista es una forma extrema de censura, pero es la punta del iceberg de la violencia. Hay muchas otras maneras de silenciar y censurar a los periodistas”, sostuvo.

Colombié dijo que el posicionamiento de cada país surge a través de “una ponderación en base a formularios enviados a expertos en cada país: puede ser periodistas, universitarios, abogados especializados en libertad de expresión. En base a un formulario que también actualizamos este año se hace una ponderación que mezclamos con el registro nuestro, que tenemos de casos de ataques caracterizados contra periodistas”, sostuvo.

Si bien ese formulario es público, la identidad de los expertos que responden en cada caso se mantiene “confidencial”.
Consultado sobre si no es una contradicción reclamar por dificultades en el acceso a la información pública y mantener en reserva los nombres de las fuentes que permiten llegar a esas conclusiones, Colombié respondió:

Yo no lo veo tan así. Hacemos un ejercicio de transparencia que considero suficiente, explicando cómo funciona esa metodología. Pero para el respeto de las fuentes, creemos mejor no divulgar este panel de personas que contestan (…) No ha sido posible revelarlo por razones internas. No puedo decir mucho más”.

El director regional de Reporteros Sin Frontera añadió que “el indicador en el que Uruguay tiene la peor puntuación es la que hace al contexto económico”.

Sobre ese punto, señaló que “el objetivo es medir las trabas económicas relativas a políticas gubernamentales, como las dificultades para crear un medio de comunicación, o el favoritismo en los públicos, en concreto los obstáculos económicos vinculados a agentes no estatales como anunciantes o socios, y la corrupción de periodistas. Presiones económicas vinculadas a propietarios de los medios cuando defienden sus intereses de negocios. En Uruguay se ve una concentración de los propietarios de los medios. Esto puede perjudicar el pluralismo y la libertad de prensa”.
Por otra parte, Colombié dijo que conversaron con el ministro de Educación Pablo Da Silveira, quien señaló en Twitter que “Uruguay no tiene un problema con la libertad de prensa”, sino que “Reporteros Sin Frontera tiene un problema con su metodología”.

Según dijo, seguirán conversando con el gobierno y organismos de la sociedad civil, pero también harán una respuesta pública a las palabras del ministro.