James Randi, el encargado de desenmascarar a los charlatanes
03 diciembre 2020
El ser humano quiere asombrarse, buscar por todos los medios la fascinación, y espera a cada instante ese hecho que lo conmueva, que lo saque del statu quo en el que vive inmerso y rutinario.
Y para ello, muchas veces baja la guardia para dejarse llevar por lo fantástico y cree lo que ve o le dicen, aunque esa fantasía sea manipulada y a sabiendas que tal vez sea un engaño.
De esta manera pulularon por la historia magos, brujas, médiums, hechiceros, prestidigitadores y nigromantes, ilusionistas, agoreros, alquimistas y arúspices, videntes, encantadores, síquicos y demás sinónimos de lo mismo, pero todos con un mismo objetivo: engañar.
Hasta que llegó un personaje que los enfrentó con su misma medicina.
Una astilla de ese mismo palo que no concebía el lucro a través de esa supuesta magia.
Un mago que dejó de hacer trucos para dedicarse a deschavar a los mentirosos.
Y fue más allá, pues ofrecía una fortuna a quien demostrara por medios científicos cualquier actividad paranormal.
Conozca la vida del auténtico desenmascarador de chantas.
Foto: De James Randi Educational Foundation, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=31461015