Laetitia d´Arenberg liquidará uno de sus tambos Jersey

06 abril 2018
D´arenberg

“Hay gente que está diciendo que me fundí, eso no es cierto. Sí estoy furiosa con lo que está pasando y estoy triste porque mi hijo no puede seguir adelante”, dijo a Agronegocios Sarandí la empresaria Laetitia d´Arenberg, que liquidará uno de sus tambos Jersey este sábado 7 de abril en el local Cardal, con el escritorio Di Santi & Romualdo Ltda y la administración del Banco República.

"Nunca empiezo algo para dejarlo. No pensé que iba a llegar este momento, son 40 años, hablé con mis hijos y ninguno quiere continuar, uno quiere mantener algo pero está en silla de ruedas y no puede estar solo ni lejos de los médicos. No quiero vender todo, por eso decidí arrendar el campo a Daniel Tenca y Javier Echeverría, gente que trabajó durante 10 años conmigo. Ellos aman a estos animales, los conocen de toda la vida”, explicó la productora.

D´Arenberg agregó: “Soy realista y prefiero dejarles mis Jersey a gente que sé que los va a cuidar, les vendo mis animales, les dejo el 50% de mi campo, Santo Tomás, con la misma gente que estaba trabajando, que ellos los volverán a tomar. Ellos no sufrirán y tampoco los animales, porque todos se conocen, y cuando se revierta la situación de la lechería ellos tendrán un establecimiento en pie, y en manos de uruguayos, no de extranjeros. No hay cosa más dolorosa que la extranjerización de la tierra. Voy a elegirle 400 Jersey a mi hijo, que las mantendré”.

La empresaria enfatizó: “no quiero que la gente diga que Tenca y Echeverría son unos vivos que me estafaron. Esto es todo legal y está muy bien pensado. Así que pido que la gente los respete y los ayude”.

El legado

D´Arenberg destacó que ofrecer genética supone algo importantísimo que es abrirse, porque “vivir encerrado y solo es cosa de museos. Trabajamos para mejorar cada vez más, para tener animales que sean cada vez mejores. El más o menos no funciona en ninguna parte del mundo, si queremos ser de avanzada tenemos que tener cosas excelentes”.

“Traté de transmitir el mensaje de la excelencia en todo el Uruguay, pero hay quienes no entienden, porque creen que es cuestión de plata. Hace 40 años que me metí de lleno a esto, toqué el cielo con las manos, y cuando tuve lo que quería empecé a trabajar en mi propia genética”, comentó.

Por último consideró: “debo de tener una de las mejores genéticas Jersey de Sudamérica, un rodeo que es envidiable en el mundo, tanto por su historia como por su estado. Se cuidaron muy bien los animales y el personal, no necesitamos de gobiernos que nos digan cómo tenemos que cuidar a nuestra gente. Siempre lo hicimos de la mejor manera. El personal entendió nuestra intención y así se dedicaron a los animales, porque son ellos quienes trabajan, necesitan tranquilidad para lograr resultados”.

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