
Por Mariano Pagliari
Si es verdad que el aplauso es el verdadero premio del artista, la protagonista de la historia de hoy sería la persona más galardonada.
Y si también damos por válido que la humildad es lo que caracteriza a los verdaderos grandes, estamos frente a un ser gigante. Una grande, que no pasaba desapercibida, y encima, se movía como nadie.
Una mujer absolutamente amada por todos, inclusive por sus rivales. Tal vez la persona que más cariño recibió de parte del pueblo, y ella lo retribuía bailando apasionadamente y con una sonrisa que iluminaba cada desfile.
Hablamos de la vedette mayor de nuestro Carnaval, que supo opacar a las grandes de los carnavales de antaño. Apronte las manos para aplaudir a rabiar, porque dando vuelta la esquina ya aparece la imponente figura de Rosa Luna.
Foto: Captura de video