El Holocausto judío ha sido una de las etapas más negras y desgarradoras de la historia de la humanidad, hecho que se cobró al menos seis millones de vidas en apenas unos años.
La nación judía, presente desde el inicio de los tiempos, fue implacablemente perseguida en toda Europa desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Y todavía hoy, cuando escuchamos historias de sobrevivientes, se nos hace un nudo en el corazón.
Si existieron sobrevivientes de esa masacre es también porque algunas almas hicieron un trabajo sobrehumano, que se rebelaron silenciosamente ante los asesinos, con armas que no eran de acero, pero que lograron salvar cientos de miles de vidas, aún sabiendo que con lo que hacían ponían en riesgo las suyas.
Oskar Schindler, Angel Sanz Briz y Raoul Wallenberg tienen historias de vida similares, casi paralelas, pues burlaron a los nazis para poner a salvo niños, mujeres y hombres indefensos.